Los abogados y el Coronavirus

Los abogados y el Coronavirus

Las medidas implantadas por el estado de alarma y en especial el confinamiento ha trastocado la vida de muchos, y los abogados no somos menos.

La cuarentena ha supuesto un mazazo para los letrados, tanto por sus efectos inmediatos (Como la imposibilidad de ver presencialmente a nuestros clientes) como por la incertidumbre a futuro que conlleva, y que no sabemos cómo afectará a la abogacía.

Algo que trae consigo este escenario tan inusual es que todos, absolutamente todos, debemos pararnos a reflexionar sobre qué medidas están en nuestra mano para hacer el futuro profesional más certero y llevadero. A continuación comparto contigo unas reflexiones que nos harán pensar a todos los letrados sobre la mejor manera de enfocar la nueva normalidad:

Los abogados y el coronavirus, el futuro que se nos viene encima

Un mayor acercamiento a nuestros clientes: La crisis del coronavirus ha dado un vuelco tanto a nuestra vida como a la de nuestros clientes, lo que ha incentivado un acercamiento sin precedentes por parte de los abogados. La empatía y la preocupación real por el actual estado de nuestros clientes nos acerca de una forma nunca antes vista y es algo que debemos mantener si queremos posicionarnos en su mente como letrados insustituibles.

Valores ante todo: Los valores no son solo una palabra bonita, son toda una muleta que nos hace más fácil caminar en tiempos difíciles: Paciencia, innovación, adaptación, prudencia, proactividad… Son las forma de actuar que nos ayudará a llevar la crisis del Sars-Cov-2 y quizá, a salir fortalecidos de ella, como profesionales y como personas.

Reinventarse: La nueva normalidad está aquí y nadie sabe cómo será, lo que sí es ya una realidad (Quizá siempre lo ha sido) es que hay que reinventarse. Un claro ejemplo serán aquellos abogados que por su especialidad o cartera de clientes vean como el coronavirus afecta negativamente a su volumen de trabajo, también los que sentirán un aumento descomunal. En el primer caso cambiar de especialización y en el segundo reinventar su modelo negocio acelerando los tiempos pueden ser cambios muy positivos a la larga.

Colaborar entre nosotros: Y es que fomentar la colaboración entre letrados es, en caso de que no existiera previamente, una forma más de reinventarse, y además una muy necesaria. Un claro ejemplo puede ser compartir recursos o la derivación de clientes a un segundo profesional cuando sea necesario. Esto mejora además la imagen que damos como profesionales de cara a nuestros clientes.

Somos una empresa aunque a veces no nos guste que sea así: La abogacía es una profesión vocacional que exige un alto deseo de ayudar a los demás, por eso rara vez los abogados actúan como empresarios (Aunque realmente lo son, y hacen muy bien en hacerlo, pues solo así pueden llegar a más personas a las que realmente van a ayudar) Aumentando nuestro conocimiento sobre gestión conseguiremos llevar nuestros despachos de forma más eficiente, estudiar sobre marketing nos permitirá llegar a todas aquellas personas que realmente, ya nos están buscando. Creo que la máxima después de esta crisis debería ser: Actúa como un letrado, gestiona como una empresa.

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