El aumento del salario mínimo interprofesional para 2019 desata la controversia

salario minimo interprofesional

En un año de elecciones cualquier decisión es carne de debate, cualquier propuesta puede desatar la controversia y cualquier declaración puede causar un gran revuelo mediático. En este contexto, cabía esperar que el Plan Presupuestario de 2019 sería cuestionado y ha sido la medida más costosa que propone la que más controversia ha desatado: La subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 900€. Esta cifra se despliega en los siguientes valores: Salario Mínimo diario: 30,00€; Salario Mínimo mensual: 900,00€; Empleados de Hogar: 7,04€ por hora. Recordemos que el SMI en 2018 era de 735,90€ al mes. El SMI fue creado por decreto en 1963 y su revisión es anual, como también lo es su repercusión. Este año se ha producido la mayor subida del salario mínimo en 41 años (no se producía un incremento semejante desde 1977) y hay opiniones de todos los colores.

El plan presupuestario de este año parte del acuerdo del Gobierno actual con Podemos y ha tenido un coste de 430 millones de euros pero, según las previsiones, aportaría 1500 millones a la Seguridad Social como resultado del aumento  de las cotizaciones sociales (12,45 del PIB en 2018 a 12,5% del PIB en 2019). Podemos pedía un salario mínimo de 1000,00€ mientras que el PSOE buscaba implantar para este año los 850,00€ que el gobierno anterior había previsto para 2020. Así pues, tras varias negociaciones, llegó el acuerdo de la discordia y tras anunciar los 900,00€ han sido muchas las posiciones contrarias.

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) se quejaba de la falta de diálogo ya que la revisión del SMI y toma de decisiones debe partir del Gobierno y de su consulta a las organizaciones sindicales y asociaciones empresariales más importantes. Así pues la CEOE opinaba que “Los Presupuestos Generales del Estado de 2019 no son lo que necesita la economía española, en un momento de ciclo económico en fase de desaceleración”, considerando exagerado el incremento estimado de recaudación. Para los empresarios esta decisión puede suponer grandes limitaciones a la hora de contratar nuevos trabajadores y de pagar sus salarios.

La Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA) calcula que este acuerdo supondrá un incremento de 3000€ (IRPF y cotizaciones sociales incluidos) por cada trabajador contratado, lo que les convertirá en los más perjudicados. En un huracán de subjetividades y contraposiciones Podemos y PSOE surfean como pueden. Podemos responde a tanta controversia asegurando que los trabajadores que ingresen menos de la base mínima posible verán reducida su cuota y los que ingresen más no la verán incrementada. Hay que tener en cuenta por otro lado que este incremento salarial no afecta a todos los trabajadores, solo a aquellos que ganen menos de lo establecido como salario mínimo. Se trata de una medida destinada principalmente a aquellos trabajadores y trabajadoras que, por una jornada completa, perciban menos de 12.600€ brutos al año.

Por otro lado encontramos a los sindicatos, como UGT, para quienes la prioridad son las familias y su viabilidad económica. Los salarios han seguido siendo devaluados a pesar del crecimiento de la economía y el sector más afectado en este sentido ha sido el de servicios, especialmente la hostelería. A grandes rasgos no deja de ser interesante como las decisiones económicas afectan a los diferentes puntos de vista según se esté en un lado o en el otro. Esta situación de crispación se vuelve más candente si tenemos en cuenta que las próximas elecciones están a la vuelta de la esquina (28 de abril) y la cuestión salarial siempre está a la orden del día porque nos afecta a todos.

El hecho de que el anterior Gobierno plantease un salario mensual mínimo de 850,00€ para 2020, es decir, el año que viene, hace pensar que tal vez no sea tan descabellado el aumento salarial un 22,3% de este año respecto al 2018. Al fin y al cabo, tal y como recalcó UGT, “la subida del SMI no cuestiona la viabilidad a ninguna empresa”. La manera en que se repartan las semillas en la tierra determinará por completo el jardín que vaya a crecer. El resultado de la subida del SMI de este año está por ver, como también lo está su viabilidad pero, mientras tanto, la proximidad de las elecciones seguirá motivando una controversia fundamentada en infinitas posibilidades.

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