La unión entre 2 personas es uno de los actos y momentos más trascendentales en la vida de cualquier individuo, porque se compone en muchos casos de una ceremonia eclesiástica donde un padre o pastor según sea el caso es el encargado de sellar la unión matrimonial de los anteriormente mencionados, con características especiales como los anillos, los cuales son elementos tradicionales del sello del amor entre los protagonistas, así como también los padrinos, madrinas, ramo, entre otros elementos que hacen del acto ceremonial un tiempo de celebración recordado por muchos años.
Por si fuera poco, luego de la ceremonia suele hacerse una fiesta especial donde los novios son protagonistas, mientras los invitados son el acompañamiento ideal para la celebración. De acuerdo con el país, cultura o religión de la pareja se organiza la respectiva fiesta, con el objetivo de que todos los presentes se sientan agradados, especialmente los novios que nunca olvidarán el dichoso momento acontecido.
El lanzamiento del ramo por parte de la novia es otro de los momentos esperados de la fiesta, ya que todas las chicas solteras suelen acercarse, teniendo la creencia de que la que recibe el ramo puede ser candidata a ser desposada a corto, mediano o largo plazo.
La vida en pareja
Una vez consumado el matrimonio, inicia un proceso distinto en la vida de los cónyuges, como es el caso de la convivencia en el hogar. Muchas parejas lo inician previo al matrimonio, mientras que otras o comienzan luego de casarse, y es un periodo muy importante porque es donde se consolidan las relaciones de pareja como es el día a día. En la convivencia a diario es que cada uno muestra su carácter y forma de ser sin máscaras, y por ende, se recomienda que de surgir algunas diferencias por criterios, puntos de vista o costumbres de hacer las cosas se puedan llegar a acuerdos, donde en algunos casos un miembro tendrá que ceder a los intereses del otro y viceversa.
Cuando la pareja logra establecer estos acuerdos de manera exitosa, la relación tiende a crecer y solidificarse con el tiempo, entendiendo que en algún momento llegará el momento de la expansión de la familia con la llegada de los hijos, donde el tema acuerdos ya no solo queda supeditado a la pareja, sino que también incluyen a los hijos, los cuales son los mayores perjudicados por las diferencias que puedan surgir entre sus padres.
Divorcio contencioso
Cuando lamentablemente surgen diferencias irreconciliables en una pareja, la separación es una de las opciones más valoradas, con el objetivo de finalizar la relación sentimental de manera legal y concertada, especialmente cuando hay hijos de por medio. A través de acuerdos, se llega a establecer un régimen de visitas y el dueño del custodio del menor o los menores en cuestión.
Sin embargo, cuando no es posible llegar a estos acuerdos surge la figura del divorcio contencioso, el cual se define como la finalización de un vínculo matrimonial ante un juez al no existir acuerdos sobre la petición de divorcio, entre otros factores. Este tipo de divorcio no requiere el consentimiento de la otra parte.
El divorcio contencioso puede ser iniciado por cualquiera de los 2 cónyuges, pero no puede solicitarse hasta al menos transcurrir 3 meses del vínculo matrimonial, cuenta con un mayor costo económico y mayor tiempo de espera en el proceso. Finaliza con la sentencia de divorcio, donde un juez determina las condiciones, las cuales pueden satisfacer o no a las partes en cuestión.
