¿Qué implica que una empresa entre en concurso de acreedores y cómo afecta a tu derecho a reclamar?
Cuando una empresa es declarada en concurso de acreedores, significa que no puede hacer frente de forma regular a sus obligaciones de pago. Desde ese momento, cualquier acción judicial o embargo individual queda suspendido, y todas las reclamaciones deben canalizarse a través del procedimiento concursal.
Esto no significa que pierdas el derecho a cobrar, sino que tu reclamación se integra en un marco común donde se ordenan y clasifican las deudas.
¿Es posible presentar una demanda judicial tras la declaración del concurso?
Una vez iniciado el concurso, no puedes demandar a la empresa por vía ordinaria para ejecutar el pago. Lo que sí puedes es comunicar tu crédito al administrador concursal para que sea reconocido y participe en el reparto, o iniciar acciones en el mismo juzgado mercantil del concurso si se trata de cuestiones que no puedan resolverse administrativamente.
Tipos de créditos y prelaciones: tu prioridad de cobro en el procedimiento concursal
Créditos contra la masa, privilegiados, ordinarios y subordinados: ¿quién cobra primero?
El orden de cobro es clave:
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Créditos contra la masa: generados después de la declaración del concurso y necesarios para su gestión (tienen máxima prioridad).
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Créditos privilegiados: como salarios de trabajadores o deudas con la Seguridad Social.
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Créditos ordinarios: la mayoría de las deudas comerciales y contractuales.
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Créditos subordinados: intereses, multas o reclamaciones fuera de plazo.
La calificación del crédito: cómo influye en tu orden de cobro
La categoría que se te asigne determinará si cobras antes, después o incluso si quedas fuera por falta de liquidez. De ahí la importancia de aportar toda la documentación que respalde tu deuda.
Plazos y requisitos legales para comunicar y validar tu crédito
Comunicación formal del crédito al administrador concursal (edición en BOE y plazos legales)
Cuando el concurso se declara, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publica el auto. Desde ese momento, tienes un mes para comunicar tu crédito al administrador concursal mediante escrito con datos de la deuda, origen y pruebas.
Consecuencias de no comunicar la deuda a tiempo: ausencia de reconocimiento o subordinación automática
Si no lo haces en plazo, tu crédito puede no ser reconocido o ser calificado como subordinado, lo que te sitúa en el último lugar del reparto.
Legitimación para reclamar: ¿quién puede demandar o pedir el reconocimiento de la deuda?
Cualquier acreedor con una deuda cierta, líquida y exigible puede reclamar su inclusión en la lista de acreedores. También pueden hacerlo trabajadores, proveedores, entidades financieras o particulares que tengan contratos pendientes de pago.
Fases del concurso: del auto de admisión a la liquidación o convenio de acreedores
El concurso se desarrolla en distintas etapas:
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Declaración y formación de la masa: identificación de todos los bienes y deudas.
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Convenio: acuerdo de pago con quitas o esperas para evitar la liquidación.
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Liquidación: venta de activos para repartir el dinero entre los acreedores.
Responsabilidad de los administradores o gestores: ¿puedo demandar más allá del acreedor común?
En casos de culpa o negligencia grave, la ley permite reclamar a los administradores de la empresa si su actuación agravó la insolvencia. Esto se resuelve en la fase de calificación del concurso y puede derivar en responsabilidad patrimonial personal.
Alternativas efectivas a la vía judicial: mediación, negociación con la administración concursal o reclamación extrajudicial
No siempre es necesario litigar. La mediación, acuerdos directos con la administración concursal o reclamaciones amistosas pueden agilizar el cobro y reducir costes.
Errores frecuentes al reclamar y aspectos prácticos clave para acreedores en concurso
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No leer la publicación del BOE y perder plazos.
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No aportar documentación suficiente.
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Confiar únicamente en la vía judicial sin explorar acuerdos.
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No entender la prioridad de tu crédito.


